En el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) se aúnan los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas: ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, ONUDD, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y el Banco Mundial

En el Perú se declaró la cuarentena obligatoria con toque de queda desde el 15 de marzo del 2020, algunas de cuyas medidas de restricción más severas se extendieron hasta julio. Hasta el 5 de abril del 2021 el número de casos reportados por el MINSA es de 1,582,367 y el número de fallecidos de 52,877. En dicho año, el país registro el mayor número de fallecimientos por COVID-19 en el mundo por cada millón de personas y se situó como el quinto país con más muertes en términos absolutos.

En este contexto de emergencia sanitaria, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) realizo una evaluación rápida de la situación de las personas viviendo con y afectadas por el VIH y poblaciones con alta vulnerabilidad viviendo bajo la línea de la pobreza con la herramienta de ONUSIDA, que detecto una muy grave inseguridad alimentaria que ponía en riesgo la adherencia al tratamiento antirretroviral, con el consecuente riesgo de incremento de transmisión del VIH. Una pandemia (COVID-19) en el contexto de otra pandemia (VIH), una crisis humanitaria compleja.

Frente a esta situación, ONUSIDA estableció un acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos en Peru (PMA), Socios en Salud y la CONAMUSA, para brindar apoyo económico a la población venezolana y de acogida peruana vulnerable, para cubrir sus necesidades básicas alimentarias y facilitar el acceso a una alimentación nutritiva y adecuada. De esta manera, se buscó también ampliar el concepto de vulnerabilidad para incorporar a grupos poblacionales no contemplados en el sistema nacional de protección social.