Esta acción o programa surge, derivado del aumento de solicitudes de refugio presentadas ante el Gobierno de los Estados Unidos desde territorio mexicano, por parte de personas provenientes de Centroamérica, Haití y Suramérica, principalmente de Venezuela. Estas personas cruzan parte del continente para hacer su solicitud y quedan varadas en la frontera norte de México hasta que Estados Unidos les emite una resolución. Dado el aumento de esta población en la frontera entre México y Estados Unidos, como primer paso se ofreció un sitio para pernoctar, sin embargo surgieron otras necesidades que el Gobierno de México fue cubriendo con otros servicios, como alimentación, salud, educación, actividades recreativas y particularmente para la incorporación de esta población al desarrollo económico de la entidad, al proporcionarles oportunidades de empleo en la localidad en la que residen actualmente. Esta se convierte así en una práctica innovadora en el continente, al ser un centro que ofrece una integración plena a las personas migrantes y la posibilidad de generar su propio ingreso sin depender totalmente de los apoyos gubernamentales. Asimismo, se pueden escalar estas acciones, al incorporar otros servicios, así como a otros actores interesados.