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Impulsar la incidencia positiva de la migración en el desarrollo sostenible para una recuperación más eficaz, rápida y sólida a raíz de la COVID-19

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Impulsar la incidencia positiva de la migración en el desarrollo sostenible para una recuperación más eficaz, rápida y sólida a raíz de la COVID-19

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En el foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible (FPAN) de este año, la Red de las Naciones Unidas sobre la Migración ha instado a todos los Estados a que aprovechen las contribuciones de los migrantes como facilitadores del desarrollo sostenible y fomenten la cooperación para garantizar una migración segura, ordenada y regular. Ello requiere el pleno respeto de los derechos humanos y laborales y el trato humano de los migrantes, independientemente de su situación migratoria, tal y como se esboza en el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. Este pacto histórico se fundamenta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y contribuye a su consecución, velando por que no se deje a nadie atrás.

Los migrantes son interlocutores clave en todas las dimensiones del desarrollo sostenible. A través de su trabajo, sus remesas y los vínculos que establecen entre países, logran reducir la pobreza, prestar servicios esenciales y apoyar tanto a sus familias como a las comunidades en los países de origen, tránsito y destino. La enfermedad coronavírica de 2019 (COVID-19) ha puesto de relieve no solo la importancia fundamental de los migrantes para el funcionamiento de nuestras sociedades, sino también la necesidad de construir sociedades más igualitarias e inclusivas que sean resilientes frente a futuras pandemias.

Sin embargo, la COVID-19 y las medidas adoptadas por los gobiernos para contener su propagación han perturbado de manera significativa la movilidad humana, cuyo crecimiento previsto se redujo en un 27% en 2020 (Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas). Además, las restricciones a la movilidad han reducido el crecimiento del PIB y han generado una escasez de mano de obra en sectores clave.

Del mismo modo, los migrantes suelen ser, con demasiada frecuencia, los más afectados por las repercusiones de la pandemia en lo que atañe a la salud y los aspectos socioeconómicos, quedando expuestos a un riesgo más elevado de contraer la COVID-19, a mayores dificultades para acceder a diagnósticos, tratamientos y vacunas, y a una probabilidad más alta de discriminación, pérdida de empleo y falta de acceso a un trabajo decente. Muchos migrantes han quedado desamparados sin garantía de sus derechos humanos o han debido retornar forzosamente a sus países de origen sin la debida consideración de sus derechos, seguridad y dignidad. Esto ha perjudicado a los migrantes y menoscabado su capacidad para mantener a sus familias y comunidades en los países de origen y de destino, y ha retrasado, asimismo, la consecución de los ODS. 

Ningún país podrá recuperarse de la COVID-19, ni alcanzará los ODS, sin una gestión adecuada de los movimientos migratorios y la inclusión y protección efectivas de los migrantes. La resiliencia frente a futuras pandemias exige la consolidación de sociedades inclusivas basadas en los derechos humanos y laborales, así como en la igualdad de género. Se vislumbran muchos retos en el horizonte. La xenofobia, la discriminación, la violencia de género y la exclusión de los migrantes son factores que incrementan los riesgos de protección de los derechos humanos, exacerbando las desigualdades al tiempo que ponen en tela de juicio la cohesión social e impiden que las sociedades movilicen su pleno potencial de recuperación. 

La Red de Naciones Unidas sobre la Migración recuerda a los Estados su compromiso de reducir la desigualdad en y entre los países (ODS 10). Es más, de acuerdo con los compromisos esbozados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Pacto Mundial para la Migración, la Red insta a los Estados, en concertación con todas las partes interesadas competentes, a:

  • Facilitar la migración y la movilidad humana seguras, ordenadas, regulares y responsables (meta 10.7 de los ODS);

  • Respetar, proteger y cumplir los derechos humanos de todos los migrantes, independientemente de su situación migratoria y sin discriminación alguna;

  • Garantizar que los migrantes, independientemente de su nacionalidad y situación migratoria, y en consonancia con los principios de la cobertura sanitaria universal, tengan acceso a servicios de atención de la salud y a medicamentos y vacunas esenciales, seguros, eficaces, asequibles y de calidad, incluidas las vacunas de la COVID-19, y puedan buscar servicios de atención de la salud, servicios de vacunación e información en un entorno seguro, sin temor ni riesgo de ser objeto de controles de inmigración o deportación (meta 3.8 de los ODS);

  • Potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su situación (ODS 10.2);

  • Garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, incluso eliminando las leyes, políticas y prácticas discriminatorias que afectan negativamente a las sociedades en general (meta 10.3 de los ODS);

  • Garantizar que todos los trabajadores migrantes disfruten de un trabajo decente tal y como se reconoce en las normas internacionales del trabajo (meta 8.8 de los ODS);

  • Velar por que todos los migrantes tengan acceso al agua y el saneamiento, los alimentos y la educación y que estén incluidos en sistemas de protección social que sean transferibles y aplicables a través de las fronteras (metas 2.1, 6.1-2, 4.1-5 y 1.3 de los ODS);

  • Empoderar a los migrantes y a las diásporas para que catalicen su contribución al desarrollo de sus países de origen, creando un entorno normativo que reduzca los costes de transferencia de las remesas, facilite canales competitivos para la transferencia de remesas y fomente su uso productivo (meta 10.c de los ODS);

  • Instaurar espacios de protección que separen, por un lado, la aplicación de la legislación sobre inmigración y, por otro lado, el acceso de los migrantes a sus derechos humanos y a los servicios básicos, tales como la atención de la salud, la educación y la justicia;

  • Garantizar el acceso a la justicia para todos y proteger a los trabajadores migrantes en las cadenas de producción y suministro mundiales y durante los procesos de contratación;

  • Eliminar todas las formas de violencia, abuso, trabajo forzoso y tráfico de migrantes, y otros tipos de explotación, especialmente de niños y mujeres (metas 5.2, 8.7, 16.3 y 16.2 de los ODS);

  • Incorporar las consideraciones relativas a la migración y los derechos humanos de los migrantes en la política y la acción sobre el cambio climático como medio para fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima en todos los países (ODS 13.1 y 13.2); y

  • Desglosar los datos en función de las características relevantes, incluida la situación migratoria, a fin de facilitar la elaboración de políticas basadas en datos empíricos que incluyan a los migrantes en los esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible (ODS 17.18).

Ningún país podrá alcanzar por sí solo los ODS. Superar la pandemia y lograr una recuperación más eficaz, rápida y sólida requerirá la colaboración y la acción colectiva de todas las sociedades. Esta acción colectiva debe comprender el fortalecimiento de la gobernanza de la migración en todos los ámbitos normativos que se examinarán en el foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible (FPAN) de 2021, entre estos: la erradicación de la pobreza (ODS 1), acabar con el hambre (ODS 2), la salud y el bienestar (ODS 3), el trabajo decente y el crecimiento económico (ODS 8), la reducción de las desigualdades (ODS 10), la producción y el consumo responsables (ODS 12), la acción por el clima (ODS 13), la paz, la justicia y las instituciones sólidas (ODS 16), y las alianzas (ODS 17). 

En este contexto, la Red insta a los Estados, los interlocutores competentes y los organismos de las Naciones Unidas a que aúnen y optimicen esfuerzos, asegurando la coherencia y la armonización de sus actividades con respecto al Pacto Mundial para la Migración a fin de aprovechar plenamente el poder de los migrantes y la migración de cara a la consecución de los ODS. También cabe aprovechar la oportunidad que ofrece el Foro de Examen de la Migración Internacional del próximo año para evaluar los avances realizados con relación a los compromisos mundiales destinados a promover una migración segura, ordenada y regular, en consonancia con los ODS y el derecho internacional.

Juntos, podemos forjar un camino inclusivo y eficaz con miras a la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y ello siempre y cuando los migrantes formen parte del proceso. El desarrollo sostenible no es posible sin la migración y tampoco es posible avanzar en el logro de los ODS sin incluir a los migrantes.


La Red de las Naciones Unidas sobre la Migración se estableció con el propósito de asegurar un apoyo eficaz, oportuno y coordinado de todo el sistema a los Estados Miembros en la aplicación, el seguimiento y el examen del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. Si bien el mandato de la Red se centra en la migración, esta pide a los Estados que también apliquen estas recomendaciones a los refugiados y los solicitantes de asilo y que protejan los derechos humanos y la salud de todos por igual, independientemente de su situación migratoria.


Si desea más información, póngase en contacto:

Red de las Naciones Unidas sobre la Migración (secretaría)
Florence Kim
fkim@iom.int +41797480395

Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES)
Helen Rosengren
rosengrenh@un.org

*Todas las referencias a Kosovo deben entenderse en el contexto de la Resolución 1244 [1999] del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.